Euskal Herria
Intimista y sosegado, profundo, y a su vez levitativo, Xabier Zeberio es un trabajo redondo que acaricia y atenúa nuestras imperfecciones emocionales. Al referirnos a discos que crean atmósferas –sucede en el caso de las bandas sonoras- nos invade a menudo la sospecha de lo accesorio y lo inconcluso: ¿es la música el verbo o un mero complemento? En contadas ocasiones, la atmósfera se aleja del atrezzo y ocupa el centro: esos estados de ánimo tejidos de nubes bajas nos envuelven y nos cautivan, atapándonos en su ámbito de influencia. Es el caso de este trabajo de Xabier Zeberio; un brumoso despertar, una melancolía sin tristeza, el tiempo suspendido en un aeropuerto mortecino. Una música que trae la pausa necesaria para enfrentar un nuevo día o reflexionar sobre la tarde que declina. Puro estremecimiento sin truco.