Con una disposición paralela a la costa, las caídas hacia el mar son muy abruptas en la parte occidental, con acantilados de hasta 240 m de altura.
El monte Jaizkibel, componente clave del paisaje bidasoarra...
Supone un componente clave del paisaje. En su parte más oriental el relieve es menos abrupto y se forman pequeñas calas y barrancadas en el devenir de los arroyos hasta el Cantábrico.
En estas zonas se refugian también especies de flora extremadamente raros en el resto de Europa, como algunos helechos tropicales. Algunas colonias de gaviotas, tanto sombrías como patiamarillas, poseen sus nidos en los acantilados de Jaizkibel. Otras aves marinas, algunas muy raras como el paíño común, también se han citado en este entorno, junto a especies de reptiles tan interesantes como el lagarto verdinegro o la culebra verdiamarilla.