Entre los ríos Urumea y Bidasoa sobresale la imponente mole maciza de las denominadas Peñas de Aia (Aiako Harria).
A la singular belleza, marcada por su característica silueta se une su gran interés geológico, pues constituye el único macizo granítico del País Vasco y el material más antiguo de este territorio.
Dentro de este espacio natural también se incluye la zona correspondiente al “cordal de Urdaburu-Añarbe” con sus impresionantes bosques de robles y hayas, las interesantes “cuevas de Landarbaso” y la lámina de agua clara por el “embalse de Añarbe”.
No obstante, si por algún motivo hubiera que hacer destacar a Peñas de Aia, sería por su fauna. En la regata Endara aún persiste el salmón Atlántico, también reintroducido en el río Urumea, el desmán del Pirineo y el visón europeo. Sobrevolando el espacio, el buitre, el alimoche. En los pastizales que rodean la parte alta del Endara se encuentra el aguilucho real y en los roqueros el avión roquero, el acentor alpino y el roquero rojo.
El bosque de Urdaburu, cuenta con la presencia del gato montés y del corzo, ambos procedentes de los vecinos montes de Navarra. A la presencia de otras aves típicas se suma el vistoso picogordo que únicamente se encuentra en esta área de todo el País Vasco