Es una iglesia típicamente vasca con paredes blancas y tejado rojo que se sitúa en el centro de la ciudad. Tiene un aspecto masivo con proporciones armoniosas.
Fue construida en 1598 pero sufrió varias destrucciones durante las guerras franco-españolas entre 1793 y 1813.
Se reconstruyó después de la época napoleónica y reformada en 1968.
En su interior se encuentran hermosas decoraciones: bajorrelieves policromados del siglo XVII, un tabernáculo de 1550, un hermoso crucifijo del siglo XIII, pinturas de la escuela española, un retablo dorado de la Virgen del siglo XVI y tres amplias galerías.